Selección de Comunidades

El proceso de selección de comunidades que van a ser estudiadas se ha hecho tradicionalmente con métodos antropológicos. Las comunidades se seleccionaban a partir de recorridos de área. Como los primeros años trabajamos en el occidente de México, prácticamente todas las comunidades tenían índices importantes de migración que podían detectarse a través de entrevistas y la simple observación de las viviendas, placas de automóviles, casas de cambio, sistemas de mensajería.

Hasta el censo del 2000 no había ningún instrumento confiable que pudiera dar idea de los índices de migración a nivel municipal, el único instrumento disponible era a partir de los índices de masculinidad. El único instrumento demográfico con el que se contaba, eran los de índices de masculinidad que podían dar una idea general y burda sobre la intensidad del proceso migratorio. Después del trabajo de campo confirmábamos nuestros datos con las fuentes demográficas y bibliográficas disponibles. Como quiera el MMP nunca ha buscado de manera explícita trabajar únicamente en comunidades que tengan muy altos índices migratorios. Simplemente se corroboraba si había algún nivel de migración en la comunidad y se seleccionaban cuatro localidades de acuerdo a cuatro niveles de urbanización: rancho, menos de 2500 habitantes, pueblo hasta 10,000 habitantes, ciudad media entre 10,000 y 100,000 habitantes y finalmente metrópolis, que por lo general eran barrios de las capitales estatales.

En los ranchos y en los pueblos se hacen censos del total de viviendas y se procede a realizar un sorteo aleatorio. En las ciudades medias y las metrópolis, se escoge un barrio tradicional, siguiendo el criterio de que sea representativo de la comunidad y que no sea un barrio con altos índices de inmigrantes internos recientes. Por tanto, las muestras de las ciudades en realidad son muestras de barrios o demarcaciones específicas realizadas durante el trabajo de campo. En todos los casos los barrios deben contar con un mínimo de 1200 viviendas censadas y una muestra aleatoria de 200 unidades domésticas entrevistadas.

La metodología del MMP tiene como resultado contar con niveles muy altos de representatividad a nivel de comunidad, en algunos casos, como en las poblaciones menores, se logra entrevistar a la totalidad de las unidades domésticas. Dado que se entrevistan a hogares en general, es importante tener una muestra muy amplia, para poder captar un número significativo de migrantes. Los métodos tradicionales de muestreo podrían sugerir que sólo es necesario hacer 20 entrevistas en una localidad, para que la muestra sea representativa, mientras que nosotros realizamos 100 entrevistas. Lo que pasa en realidad es que si se hacen 20 entrevistas, se capta, en el mejor de los casos, un 30% de hogares con experiencia migratoria, lo que da como resultado 6 casos. Con la metodología del MMP obtenemos 30 casos y esto permite hacer cierto tipo de generalizaciones y llegar a ciertas conclusiones.

En la actualidad contamos con un índice de intensidad migratoria municipal, elaborado por el CONAPO, a partir del censo del año 2000. Este índice aporta información confiable a nivel de municipio y es particularmente útil cuando se realiza la investigación en nuevos lugares de origen de la migración donde no hay mucha información disponible. En conclusión, después de 25 años de experiencia de trabajo de campo, el MMP sigue utilizando el criterio antropológico de selección de comunidades y corrobora la información de campo con los nuevos instrumentos demográficos disponibles para tomar una decisión final.