Con dinero se vive mejor en México*

Para la mayoría de los jóvenes mexicanos que pudieron terminar sus estudios de preparatorio la alternativa de estudiar una carrera ha sido siempre prioritaria. La gratuidad de la enseñanza superior en México permite estudiar, pero son proporcionalmente pocos los que logran terminar y menos aún los que pueden desempeñarse como profesionistas. Este es el caso de Víctor Villa, quien primero intentó ser maestro, luego ingeniero y finalmente terminó trabajando en un restaurante en San José California.

Si bien tuvo que abandonar la carrera universitaria, la carrera migratoria de Víctor parece que podrá concluir con éxito. Su objetivo es volver a su pueblo y montar un negocio. El y su esposa llevan ocho años trabajando y ahorrando y piensan seguir otros ocho años más, para poder regresar con un capital.

Pero la vida en Estados Unidos tiene también sus atractivos, sus comodidades, sobre todo para las mujeres y los niños que cuentan con mayores facilidades que las que pudieran obtener en México.

Con los años la decisión de regresar se hace incluso más compleja que la de emigrar. Sólo los anima una certeza: con dinero se vive mejor en México que en Estados Unidos.

* Entrevista realizada por Víctor Espinosa en San José California, durante el mes de agosto de 1991.



Cuando terminé la secundaria, en Loja, me tuve que ir a la normal de Atacames, pero no pude entrar, de ahí me dirigí a Taxo, pues no quería perder el tiempo, pero ya había terminado el período de inscripción en el tecnológico, así fue como no pude estudiar. Me regrese al pueblo y me encontré a mi cuñado, que estaba de vacaciones, es ingeniero y trabaja en la SAHOP, y como no tenía nada que hacer, aproveché la invitación que me hizo de irme con él a trabajar a Ensenada.

En el 79 entré a la SAHOP y a la prepa, cuando terminé decidí entrar a la facultad de ingeniería, escogí esta carrera por que tuve mucho trato con ingenieros y me di cuenta que ganaban bien, con este propósito me fui a Mexicali, me facilitó mucho las cosas haberme ido con un amigo que tenía dinero, viví con él sin tener que pagar renta, el problema fue cuando de Ingeniería se pasó a Pedagogía, el cambio enfrió la amistad y me tuve que cambiar de casa; me fui con un compañero de la facultad pero, a pesar de que tampoco pagaba renta, el dinero que me mandaba mi familia no me alcanzaba ni para comer.

Cuando tenía vacaciones de la escuela me iba a Loja; decidí dejar la escuela por varias razones, pero la más importante fue una vez que estuve en mi pueblo y vi amigos profesionistas, por ejemplo, ingenieros agrónomos que andaba de taxistas o en trabajos que no tenían que ver con sus carreras, esto me decepcionó mucho, hasta el grado de poner en una balanza los sacrificios que estaba haciendo para estudiar, me di cuenta que no tenía caso seguir, además que esto coincidió con una visita de mi hermano Francisco, que ya tenía cinco años de trabajar en el Norte, me invitó a irme con él, como me hallaba desilusionado me animé y me fui en el 82, a probar suerte.

No batallé nada para pasar porque tenía visa, la había conseguido en la frontera.

Mi hermano se dedicaba a pasar gente, cuando me fui lo esperé en la casa de un amigo que vivía en Los Angeles, en esa ocasión tuvo dificultades para pasar el grupo de gentes que traía y estuvo cinco días en la frontera, entre ellos venían cuatro de Loja, por cierto, siempre han acudido a él porque le gusta ayudar a los paisanos; cuando por fin llegó por mí a Los Angeles nos fuimos para Madera, como había sido mayordomo, era más fácil que nos dieran trabajo, eso fue en enero, cuando estaba la poda de la uva, pero como no era aficionado al trabajo del campo no me gustó estar en ese rancho, además hacía mucho frío. Trabaje sólo dos meses y le dije a mi hermano que nos fuéramos a Los Angeles, prefería estar en la ciudad. No me gustó porque teníamos que levantarnos a las 4 ó 5 de la mañana y salir a las 4 de la tarde, la rutina era pasar a la tienda a la salida del trabajo y comprar unos seises o doces de cerveza y a la casa, los fines de semana la única diversión era la borrachera, en la misma casa porque no había ningún lugar donde ir a divertirse, otro problema es que al campo va mucho la migración y había que estar cuidándose, con el pendiente porque podía llegar en cualquier momento.

Mi hermano aceptó y nos fuimos a Santa Ana, ahí trabajé cuatro meses, ayudándole a pasar gente por la frontera, aprovechando que tenía pasaporte.

Un día llamó la novia de mi hermano para avisarle que se había ido a San José, y lo invitó a un baile donde iban a tocar Los Bukis, como no teníamos obligación ni horario con ningún trabajo nos fuimos allá; aprovechamos que traíamos a unos cuates que querían ir a Madera, de ahí nos pasamos a San José, esperábamos hallar gente de Loja pero nunca imaginamos encontrar a tantos, en el baile vimos un montón de conocidos; al día siguiente, como no teníamos nada que hacer, le dimos raite a un amigo que trabajaba en un restaurante, cuando llegamos nos invitó a comer, en esas estábamos cuando llegó el manager y le dijo que necesitaba un trabajador, me preguntó si quería quedarme: así fue como conseguí ese empleo, gracias a ese amigo que había sido compañero de escuela en Loja.

Trabajé 5 años de "Bas Boy", por cierto en ese restaurante han trabajado casi todos los que recién llegan de Loja, después en un gimnasio haciendo la limpieza, luego a otro restaurante, de cocinero, me salí de ahí porque tuve un problema con el mayordomo, fue un incidente sencillo: un día llegué al trabajo sin afeitarme y me dijo que me rasurara, como no traía mi cartera, le expliqué que no traía dinero para comprar rastrillo, me contestó que eso no le importaba, o me rasuraba o me iba a mi casa, me molesté mucho, le aventé el mandil y le pregunté si quería que regresara al día siguiente a trabajar, sólo me dijo que eso lo veríamos después, al día siguiente esperé que me llamara por teléfono, no lo hizo y perdí el trabajo.

Descansé un semana hasta que encontré empleo en un casino, pero aguanté sólo cinco semanas porque no me gustó el horario, trabajaba de 12 de la noche a las 8 de la mañana, no me quedó otra, hablé con el dueño del restaurante donde trabajaba, me aceptaron de nuevo.

Me ha sentado bien la vida en Estados Unidos, vivimos actualmente en un departamento, aunque es chico la renta es baja, pagamos sólo 425 dólares, mi esposa trabajaba también de mesera, pero desde que tuvimos nuestro hijo, se salió.

Me gusta el trabajo que tengo porque es seguro y constante, no es como en el campo, no importa que haya mucho sol o que esté lloviendo, todo el año hay trabajo, tiene además señoría, vacaciones y otros beneficios que no existen en el campo, es cierto que en el campo se puede ganar en una temporada de 6 meses lo que ganamos en 8, pero la diferencia es que es un trabajo físicamente pesado, sucio, y el principal problema es estarse cuidando de la migra, aparte de que el trabajo en el restaurante es mucho más liviano, existe la oportunidad de aprender el inglés poco a poco, mientras que en el campo, como no se necesita para poder trabajar, nadie hace la lucha por aprender.

A partir del último viaje que hicimos a Loja nuestros planes son volver a México y poner un negocio, para eso hemos estado ahorrando entre 500 y 700 dólares a mes, pensamos estar aquí otros 8 años y volver, con un poco de suerte nos puede ir bien, aunque a mi esposa le gusta más la vida aquí, por las comodidades que existen para las mujeres, por la oportunidad de que los hijos aprendan el inglés y porque es más fácil trabajar los dos aquí que en México, además allá en México los hombres se vuelan mucho, se sienten más machos, para las mujeres la vida es mucho mejor aquí incluso mi esposa dice que no conoce una sola amiga casada que se quiera regresar, sólo solteras, pero se quieren regresar porque tienen su familia en México.

Sí, vivo bien aquí, pero todo tiene un pro y un contra, los niños son los que tienen más beneficios: el inglés, las medicinas, buenos doctores, pero para criarlos es más difícil, hay demasiadas libertades para ellos, están sobreprotegidos por el gobierno, no se les puede pegar, por eso la juventud está perdida en las drogas; otro inconveniente de la vida aquí es que se vive restringido a un horario y esclavo del reloj, mientras que en México si un día no quieres ir a trabajar no es tanto problema.

El inconveniente de México es que lo más importante para vivir a gusto y tranquilo es lo económico, pues para vivir feliz no es suficiente la comprensión, porque vivir bien, es estar bien económicamente, por eso mi esposa dice que en Estados Unidos se gana bien, trabajando de lo que sea, y en México no se gana bien ni trabajando en una profesión, la única manera de hacerla es teniendo un negocio propio, a mi me parece fácil ya que casi todos mis familiares tienen negocios en Loja, pero lo que me sigue animando a venirme es que en México si tienes dinero se puede vivir mucho mejor que en Estados Unidos.